Julio Vasquez.

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miércoles, 22 de junio de 2011

Fiscal Santiago no se siente contenta con desacato pero señala que matar a una mujer es un hecho grave



La procuradora fiscal de Santiago, Yeni Berenice Reynoso, expresó que no se siente contenta de desacatar la orden de un juez que dispuso la libertad provisional para un hombre que dos días antes asesinó a su ex mujer en presencia de sus tres hijos, pero como representante de los intereses de la sociedad tomó esa decisión porque no se hace justicia considerando que un crimen planificado no es un hecho grave.

La magistrada se refiere la muerte de la señora Gleiry María Muñoz Báez, asesinada a puñaladas en una cabaña de la autopista Duarte, en presencia de sus tres hijos menores de edad, por su ex pareja Pedro Luis Báez Sánchez.

Aunque la Fiscalía de Santiago pidió prisión preventiva por el crimen planificado y ejecutado por Báez Sánchez, el juez de Atención Permanente, Gabriel Marchena, consideró que el caso no era tan grave como para dejarlo en prisión y le otorgó la libertad mediante fianza.

“Nos quedamos petrificados cuando el juez (Marchena), a pocas horas del asesinato planificado, dispone la libertad de ese señor”, expresó la magistrada Reynoso durante una entrevista en el matutino “El Bulevar con Pablo McKinney”, por CDN canal 37.

La fiscal señaló que lo más penoso y cuestionable de la decisión del juez Marchena es decir que basa el otorgamiento de libertad bajo fianza porque la prisión preventiva es para casos graves, dando a entender que el asesinato planificado de una mujer, en presencia de sus hijos, no era un hecho grave.

“No me siento contenta de desacatar la orden de un juez. Asumo que no es correcto y asumo que no debe ser, porque un estado de derecho no se construye así”, dijo Reynoso, para quien “tampoco se construye un Estado de derecho dando libertad a este tipo de crimen”.

La magistrada informó que el año pasado se registraron 14,000 casos de violencia de género en Santiago, por lo que al juez considerar que matar a una mujer no es un caso grave, se envía un “pésimo mensaje” a la población.